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dilluns, 1 de febrer del 2010

Un sueño vale más que mil palabras


No suelo recordar lo que sueño. Sin embargo, en raras ocasiones, el sueño se me queda como grabado a fuego en la memoria. Hoy ha acontecido una de esas raras ocasiones. Yo era un chaval de unos diecisiete años. Bueno, esto no es del todo exacto. Yo podía "salir" de ese cuerpo...es decir, a veces, veía la acción desde fuera del cuerpo del chaval. Y voy todo vestido de negro, con una chaqueta de cuero bastante hortera. Pero esto no importa...

No hay un sitio al que yo pueda llamar "casa". Mi vida transcurre en una especie de instituto...en él nos enseñan antiguas artes, heredadas de los antiguos. Somos aprendices, futuros guardianes de algo que la Luz desea para sí...pero que es nuestro.

Lo primero que recuerdo es el pelo de una chica. Negro como la noche. Su dueña tiene nombre: se llama Ana. Y es muy importante para mí, por alguna razón. Si algo le pasara, no me lo perdonaría nunca. Supongo que ella siente algo parecido. Si no, no me permitiría tenerla entre mis brazos tal y como la tengo ahora. Está todo oscuro, pero no importa, puedo ver perfectamente todo lo que hay a mi alrededor.

-"Deja de temblar, no tengas miedo." - le susurro al oído.

-"No tengo miedo, estoy ansiosa por llegar..." - responde ella.

Estamos de pie, resguardados tras una pared. Hay unas escaleras que suben y unas que bajan. Nosotros estamos esperando para usar las segundas...pero hay alguien más abajo. Aún es de noche, pero se nos acaba el tiempo.

-"Vamos...despacio...no hagas ruido..." - le digo, cogiendo su mano mientras comienzo a bajar las escaleras.

Sin perder de vista lo que hay por debajo, bajamos un par de pisos hasta que llegamos a un pasillo y...

-"¡Eh! ¡He visto a alguien!" - grita una voz tras nosotros.

-"Mierda, nos han visto..."

Con un rápido movimiento, nos escondemos tras otra pared. Hay otra escalera ante nosotros.

-"Sígueme." - le susurro a Ana.

De un salto, nos movemos al piso superior mientras vemos llegar al confuso vigilante.

-"Juraría que había alguien..."

-"Rápido..." - musita Ana - "Se está haciendo de día..."

-"Tenemos que irnos, Ana..."

Decidimos volver a intentarlo la noche siguiente y volvemos arriba. Estábamos en el sótano de un edificio cercano al instituto al que vamos. Nuestros líderes ocultan algo turbio ahí. Hay que volver al instituto antes de que salga el sol o tendremos problemas con los guardianes de la Luz.

***

Hoy toca clase en el exterior. Ana está enfadada conmigo por haberla hecho volver sin llegar hasta el final. Todo el mundo habla de ello, esta mañana no está pegada a mí. Ni siquiera me mira. Algunos chicos están intentando hablar con ella. Buitres...cuando me ven acercarme un poco, se van corriendo...

Mierda. He visto algo.

-"¡Eh! ¡Alejaos de esa zona!" - grito, andando hacia un grupo de chicos y chicas que se han ido hasta una esquina.

Me acabo de dar cuenta. Voy armado.

-"¿Ocurre algo?" - pregunta uno de ellos.

Están aquí...

Disparo mi arma en dirección a un coche. De detrás del coche sale uno de ellos. Abro la boca...pero no me da tiempo a decir nada. La más brillante luz que jamás había visto hasta ahora aparece ante nosotros...como si las Puertas del Cielo se hubieran abierto de par en par. ¿Dónde está Ana?

-"¡Volved adentro!" - grito con todas mis fuerzas - "¡Rápido! ¡Esquivad la luz!"

Decenas de voces se oyen a la vez, desesperadas. Pasos frenéticos. Comienzan a llegar esbirros de la Luz por todas partes. Es una maldita emboscada. El grupo de chicos y chicas no ha tenido tiempo de reaccionar. La Luz los ha atrapado. Si toca a uno de los nuestros, lo convierte en uno de ellos. Es lo que esos hijos de puta llaman "purificación". Pero sólo pueden utilizarla durante el día. No tenemos ningún arma parecida por el momento, así que sólo nos queda huir y refugiarnos en la noche.

Toca replegarse. Hay que volver adentro. Soy uno de los encargados de organizar este tipo de maniobras, junto con otras tres chicas y dos chicos más. Me tiro al suelo y miro a mi alrededor. Está todo bajo control, hemos debido perder a unos diez o quince compañeros. No podemos permitirnos perder ni uno más. Los demás han creado un semicírculo para cubrir la retirada. Es el momento.

-"¡Volvemos adentro!" - grito.

Todos echan a correr. En mi sección no queda ya nadie. No veo a Ana por ninguna parte. Me levanto, pero hay un cabrón ante mi...ah no, ya no. Por lo visto, ésta pistola mata.

Corro hacia la entrada, dos de las chicas están cubriendo a los más rezagados.

-"¡Vamos, volved adentro! ¡Yo me encargo!" - les grito.

Asienten con la cabeza y se meten en el edificio. Llego a la puerta, dentro los demás suben las escaleras. Miro a mi alrededor.  Algo ha fallado, hay demasiados rezagados en la sección Este...y la Luz los va a atrapar...

-"¡Corred!" - les grito - "¡Vamos! ¡Podéis hacerlo!"

-"¡Hay que sellar las puertas!" - me gritan desde dentro.

La Luz atrapa a los rezagados, sus cuerpos desaparecen ante mí. Sólo un par consiguen llegar. Mierda, tengo que entrar...

***

-"¿¡Quién demonios es el inútil que ha organizado esa clase en el exterior!?" - grito, subiendo las escaleras.

Un chico viene corriendo torpemente y cae de rodillas ante mí.

-"¡Lo siento! ¡Me he acojonado! He salido corriendo antes de que todos los demás abandonaran mi sección..." - solloza.

-"¿Que...te has acojonado...?"

Miro al chaval entre cabreado y comprensivo. Estoy sudando tío, no quiero cabrearme.

-"Un momento." - un escalofrío recorre mi espalda - "¿Dónde está Ana?"

Wu Ying Ren 死