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dimecres, 22 de juliol del 2009

De intereses políticos, guerra "ética" y corrupción.

En noviembre de 1943 se reunieron en Teherán Iósif Stalin, Winston Churchill y Franklin D. Roosevelt en lo que el segundo definió como "tal vez la mayor concentración de poder terrenal de que hubiese sido testigo jamás la historia del hombre". En la capital iraní se decidiría el reparto de Europa una vez acabada la guerra.

Durante una cena a la que asistieron los tres, Stalin aseguró que, para someter a Alemania, habría que ejecutar al menos a cincuenta mil oficiales de estado mayor nazi tras la guerra. Churchill se ofendió sobremanera y respondió que ni él, ni su gobierno ni tampoco la opinión pública británica iban a aceptar semejante atrocidad y que jamás iban a tolerar ejecuciones masivas.
"Prefiero dejar que me saquen ahora mismo al patio de este edificio para fusilarme antes que mancillar con semejante infamia mi honor y el de mi país."
El presidente americano, de quién Churchill quizá esperaba que le echara una mano, intervino. Y lo hizo bromeando con matar sólo "cuarenta y nueve mil". Y, para más inri, su hijo Elliot Roosevelt comentó que los soldados aliados ya se encargarían de liquidar gran parte de esos cincuenta mil oficiales en el campo de batalla. Sin embargo, él esperaba poder matar a muchos más.

Churchill se levantó y abandonó la sala.

Llegada la medianoche, Churchill comentó a su médico y amigo, lord Moran, lo turbado que se encontraba.
"Va a haber otra guerra más sangrienta; pero yo no voy a estar en ella. Voy a estar dormido. Ojalá esté dormido un millón de años."
A lo que añadió luego que:
"Creo que el hombre va a matar al hombre y exterminar todo rastro de civilización. Europa va a quedar desolada, y a mí se me contará entre los responsables... Ante nuestras propias narices se están desplegando asuntos extraordinarios, y nosotros no somos más que motas de polvo que, durante la noche, se posan en el mapa del mundo."

Citas atribuidas a W. Churchill, extraídas del libro "A puerta cerrada" de Laurence Rees.

2 comentaris:

isaura.armenriver ha dit...

uoooooooooooo
Que repelús. Los políticos juegan con las vidas humanas como si fuéramos piezas de ajedrez.
Da igual de que bando sean, nos utilizan a su único interés: el poder.

wuyingren ha dit...

Pues he leído cosas aún peores en el mismo libro. Algunas bastante acojonantes, si son verdad.

Wu Ying Ren 死