Los viejos del lugar hablan de un joven que se volvió loco. El nombre de esa triste alma ya se perdió en el tiempo. Cuentan que pasaba horas frente al mar, incluso habiendo tormenta, observándolo. Puede que incluso desafiándolo. El joven estaba enamorado de una hermosa doncella de oscura melena que, en ocasiones, acudía junto a él y le hacía compañía por un rato. De qué hablaban es un misterio. Lo que sí se sabe es que, tan pronto como la doncella se iba de su lado, el caía en una enorme tristeza. Dicen que el tiempo empeoraba y que hasta el mismísimo mar enfurecía. Daba la impresión que el hombre, de tanto estar allí de pie, había conseguido conectar con la naturaleza llegando a formar parte de ella.
En ocasiones la muchacha no aparecía durante días, o incluso semanas, por diversos motivos. El joven se convertía en una sombra de sí mismo. Se le llegaba a ver sentado mirando fijamente al suelo y algunos comentaban que perdía el apetito y permanecía varios días sin probar bocado. Pero seguía allí. Nada le impedía seguir allí, ni su secreto amor por la chica. Día y noche.
Por fin ella volvió a aparecer. La suerte quiso que lo hiciera, pues el hombre se había desmayado durante la noche. Llevaba tres días sin comer nada. La chica se asustó mucho y corrió hacia él. Con un poco de agua consiguió que recuperara el conocimiento.
-"...Tan bella como siempre..." - consiguió balbucear él.
-"Guarda tus energías." - respondió ella.
-"Ya no las necesito...¿Sabes?...Tengo...que decirte algo..." - la miraba sonriente.
-"Ya me lo dirás luego. Toma, ahora tienes que comer algo y recuperarte." - la joven intentaba que comiera un poco de pan.
-"No, escúchame." - por un momento, parecía haber recuperado todas sus fuerzas - "Te quiero. Te quiero más que a mi propia vida...y sé que tu no vas a corresponderme..."
-"¿Qué...qué dices?"
-"Sé que no estás interesada en el amor. Y yo no imagino la vida sin tí...pero he encontrado la forma de solucionarlo..."
-"¿Estás delirando?"
-"No. Estoy loco. Loco por tí. Pero no quiero hacerte daño y este amor seguro envenenaría mi alma. Y la ponzoñosa esencia te dañaría. Por esa razón...debo acabar con esto..." - el hombre intentó incorporarse.
-"¿Qué haces...?" - la chica veía con miedo que el joven enajenado sacaba un puñal.
-"Por favor, llévame contigo siempre. Te entrego mi vida..." - y comenzó a cortar su propio pecho.
La joven horrorizada quería huir, pero estaba paralizada por ese mismo horror. Finalmente aquél idiota, triste títere de su propia locura, se arrancó el corazón con las manos y se lo tendió a la muchacha.
-"Con el corazón en un puño...perdóname..." - y cayó muerto.
Aquél muchacho torturado por la obsesión, que ni en sueños dejaba de perseguirle, había acabado con su vida intentando no acabar con la de su amada. Noches enteras de pesadilla, dónde extraños seres perturbaban su sueño, habían acabado por minar su subconsciente que ya no era capaz de reprimir absolutamente nada. Loco.
Cuentan los viejos del lugar que la joven enloqueció también al ver aquella escena. Y acabó por matarse de la misma manera. Puede que ése fuera el plan del joven, reunirse los dos juntos en el Más Allá...
¿Es la locura lo que nos convierte en humanos? Nuestra enorme ignorancia nos protege de ella, pero...¿por cuánto tiempo?
En ocasiones la muchacha no aparecía durante días, o incluso semanas, por diversos motivos. El joven se convertía en una sombra de sí mismo. Se le llegaba a ver sentado mirando fijamente al suelo y algunos comentaban que perdía el apetito y permanecía varios días sin probar bocado. Pero seguía allí. Nada le impedía seguir allí, ni su secreto amor por la chica. Día y noche.
Por fin ella volvió a aparecer. La suerte quiso que lo hiciera, pues el hombre se había desmayado durante la noche. Llevaba tres días sin comer nada. La chica se asustó mucho y corrió hacia él. Con un poco de agua consiguió que recuperara el conocimiento.
-"...Tan bella como siempre..." - consiguió balbucear él.
-"Guarda tus energías." - respondió ella.
-"Ya no las necesito...¿Sabes?...Tengo...que decirte algo..." - la miraba sonriente.
-"Ya me lo dirás luego. Toma, ahora tienes que comer algo y recuperarte." - la joven intentaba que comiera un poco de pan.
-"No, escúchame." - por un momento, parecía haber recuperado todas sus fuerzas - "Te quiero. Te quiero más que a mi propia vida...y sé que tu no vas a corresponderme..."
-"¿Qué...qué dices?"
-"Sé que no estás interesada en el amor. Y yo no imagino la vida sin tí...pero he encontrado la forma de solucionarlo..."
-"¿Estás delirando?"
-"No. Estoy loco. Loco por tí. Pero no quiero hacerte daño y este amor seguro envenenaría mi alma. Y la ponzoñosa esencia te dañaría. Por esa razón...debo acabar con esto..." - el hombre intentó incorporarse.
-"¿Qué haces...?" - la chica veía con miedo que el joven enajenado sacaba un puñal.
-"Por favor, llévame contigo siempre. Te entrego mi vida..." - y comenzó a cortar su propio pecho.
La joven horrorizada quería huir, pero estaba paralizada por ese mismo horror. Finalmente aquél idiota, triste títere de su propia locura, se arrancó el corazón con las manos y se lo tendió a la muchacha.
-"Con el corazón en un puño...perdóname..." - y cayó muerto.
Aquél muchacho torturado por la obsesión, que ni en sueños dejaba de perseguirle, había acabado con su vida intentando no acabar con la de su amada. Noches enteras de pesadilla, dónde extraños seres perturbaban su sueño, habían acabado por minar su subconsciente que ya no era capaz de reprimir absolutamente nada. Loco.
Cuentan los viejos del lugar que la joven enloqueció también al ver aquella escena. Y acabó por matarse de la misma manera. Puede que ése fuera el plan del joven, reunirse los dos juntos en el Más Allá...
¿Es la locura lo que nos convierte en humanos? Nuestra enorme ignorancia nos protege de ella, pero...¿por cuánto tiempo?
Wu Ying Ren 死
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