Personas (I): Ella
Personas (II): Yo
Personas (III): Conciencia y costumbre
-"¡Papa!"
En plena noche oí una voz. Me desperté, algo cansado, pero había una damisela en apuros que precisaba de mi ayuda. Me levanté de la cama, aún dormido y miré al otro lado.
-"Todas las malditas noches miras...cómo si no supieras lo que no hay..." - y me reí.
-"¡Papaaa!" - bueno, deben ser grandes apuros.
Salí de la habitación, encendí la luz del pasillo y fuí directo a la habitación de la damisela en apuros. Abrí la puerta y encendí la luz, allí estaba ella. Asustada, muy asustada.
-"¿Que pasa, cariño?" - y me acerqué a su cama, ella casi lloraba.
-"Me...me parece...que he visto un monstruo..." - no pude ocultar que la sonrisa invadía mi rostro.
Me senté a su lado y le acaricié el pelo. Ella respondió con un fuerte abrazo.
-"Vamos, vamos. Tranquila." - alcé un poco la voz aunque era medianoche ya - "A ver, chicos, Vamos, salid. Dime, ¿cuál de todos estos monstruos ha sido el que te ha asustado?"
Yo intentaba no morirme de la risa allí, delante de ella. Quería que perdiera el miedo, que aprendiera a enfrentarlo, y esa fue la mejor manera que se me ocurrió. Vaya ideas tengo, ¿verdad? La miré, aguantandome la risa, y ella me miraba extrañada.
-"¿Con quién hablas? Yo no veo a nadie..." - me dijo mirando alrededor.
-"¿No ves a nadie, hija? ¡Vaya! ¿Pues cómo ha sido que te has asustado al ver un monstruo..." - y señalé alrededor -"...si ahora que están todos aquí, no ves a ninguno?
-"¡Te juro que lo he visto!" - me dijo, aferrándose a la sábana.
-"Vale, vale. Mira, vamos a hacer una cosa. Estos monstruos son amigos míos, ya veras." - me senté en el centro de la habitación y hice cómo que pasaba el brazo por detrás de alguien - "¡Hola! ¡Cuánto tiempo! ¿Me puedes hacer un favor? Mi hija dice que se ha asustado al ver un monstruo, ¿sabes quién ha podido asustarla?"
Actué cómo si aquel ser imaginario estuviera diciendome algo al oído mientras ponía cara de estar oyendo algo realmente interesante. Y seguí con mi farsa.
-"¡Vaya! ¿Sabes que dice, cariño?" - ella me dijo que no con la cabeza - "Dice que uno de los monstruos se quiso acercar a ti porque pensó que eras la princesa de una antigua leyenda, una princesa guerrera. Una princesa inteligente, fuerte y respetada por todos. Y quiso acercarse para contemplarte pero te despertaste y se asustó al oírte gritar."
-"..." - me miraba enfurruñada.
-"¿Qué pasa? ¿No me crees? Espera, ¿que dices...?" - y actué como si mi compañero hablara de nuevo - "...ah, ya veo. ¿Quieres que se lo diga?"
-"¿El qué quiere que me digas?"
-"Anda...pero si tu no podías verlo, ¿no?" - por fin, su imaginación empezaba a funcionar - "¿O si?"
-"¡Si que lo veo!" - sabía que me mentía, pero mi objetivo era que se lo creyera - "¿Que quiere que me digas?"
-"¡Jajaja! Nada, hija, dice que ellos están aquí vigilando que no te pase nada mientras duermes. ¿No te he dicho que son amigos míos? Los has asustado con los gritos...están muy tristes porque piensan que les tienes miedo."
-"¿De verdad?" - y empezaron a brillarle los ojos.
-"¡Claro! Si viene algún monstruo malo, ellos te ayudarán a asustarle. Pero si tu no te enfrentas a él, ellos sólos a lo mejor no pueden retenerlo, ¿entiendes?"
-"Hala...¡cómo mola!" - y le sonreí.
Me levanté, le dí un beso en la frente y le hablé de nuevo en voz baja mientras me quedaba con toda su atención.
-"Cuando veas a un monstruo malo, no te asustes. Él tiene más miedo que tú. Enfréntate a él, y mis amigos los monstruos te ayudarán, ya verás. Y, si no hay más remedio, llámame a mí y verás cómo sale corriendo, ¿vale cariño?"
-"¡Siiii! ¡Ya verás como los asusto! ¡Seré como la princesa de la leyenda! ¡Y tus amigos monstruos serán amigos míos también!"
-"¡Jajaja! ¡Ésa es mi niña!" - y le dí un abrazo - "Y ahora, a dormir, ¿vale?"
-"¡Si! ¡Buenas noches!" - y se echó a dormir.
-"Buenas noches, cariño. Chicos...cuidadla bien, ¿eh?"
Y aquí vino la guinda...me salió del alma.
-"¡La cuidaremos bien!" - intenté poner voz de...¿monstruo bueno?
Por lo visto surgió efecto. Se levantó como una flecha.
-"Papa...¿has oído eso?"
-"¿El que, hija?"
-"Los monstruos han hablado...¡y lo he oído!"
-"¿Tu también? Eso es porque ya son tus amigos." - y le guiñé un ojo.
-"¡Jaja! ¡Qué guay! ¡Buenas noches!"
-"¡Buenas noches!" - y cerré la puerta mientras la oía hablar en voz baja con los monstruos.
Volví a mi habitación, y me senté en la cama. La niña crecía. Rezaba por estar haciéndolo bien. Esperaba que creciera fuerte y sana de cuerpo y mente. Miré de nuevo al otro lado de la cama...
-"¿Lo estoy haciendo bien?"
...aunque sabía que no iba a haber respuesta...
En plena noche oí una voz. Me desperté, algo cansado, pero había una damisela en apuros que precisaba de mi ayuda. Me levanté de la cama, aún dormido y miré al otro lado.
-"Todas las malditas noches miras...cómo si no supieras lo que no hay..." - y me reí.
-"¡Papaaa!" - bueno, deben ser grandes apuros.
Salí de la habitación, encendí la luz del pasillo y fuí directo a la habitación de la damisela en apuros. Abrí la puerta y encendí la luz, allí estaba ella. Asustada, muy asustada.
-"¿Que pasa, cariño?" - y me acerqué a su cama, ella casi lloraba.
-"Me...me parece...que he visto un monstruo..." - no pude ocultar que la sonrisa invadía mi rostro.
Me senté a su lado y le acaricié el pelo. Ella respondió con un fuerte abrazo.
-"Vamos, vamos. Tranquila." - alcé un poco la voz aunque era medianoche ya - "A ver, chicos, Vamos, salid. Dime, ¿cuál de todos estos monstruos ha sido el que te ha asustado?"
Yo intentaba no morirme de la risa allí, delante de ella. Quería que perdiera el miedo, que aprendiera a enfrentarlo, y esa fue la mejor manera que se me ocurrió. Vaya ideas tengo, ¿verdad? La miré, aguantandome la risa, y ella me miraba extrañada.
-"¿Con quién hablas? Yo no veo a nadie..." - me dijo mirando alrededor.
-"¿No ves a nadie, hija? ¡Vaya! ¿Pues cómo ha sido que te has asustado al ver un monstruo..." - y señalé alrededor -"...si ahora que están todos aquí, no ves a ninguno?
-"¡Te juro que lo he visto!" - me dijo, aferrándose a la sábana.
-"Vale, vale. Mira, vamos a hacer una cosa. Estos monstruos son amigos míos, ya veras." - me senté en el centro de la habitación y hice cómo que pasaba el brazo por detrás de alguien - "¡Hola! ¡Cuánto tiempo! ¿Me puedes hacer un favor? Mi hija dice que se ha asustado al ver un monstruo, ¿sabes quién ha podido asustarla?"
Actué cómo si aquel ser imaginario estuviera diciendome algo al oído mientras ponía cara de estar oyendo algo realmente interesante. Y seguí con mi farsa.
-"¡Vaya! ¿Sabes que dice, cariño?" - ella me dijo que no con la cabeza - "Dice que uno de los monstruos se quiso acercar a ti porque pensó que eras la princesa de una antigua leyenda, una princesa guerrera. Una princesa inteligente, fuerte y respetada por todos. Y quiso acercarse para contemplarte pero te despertaste y se asustó al oírte gritar."
-"..." - me miraba enfurruñada.
-"¿Qué pasa? ¿No me crees? Espera, ¿que dices...?" - y actué como si mi compañero hablara de nuevo - "...ah, ya veo. ¿Quieres que se lo diga?"
-"¿El qué quiere que me digas?"
-"Anda...pero si tu no podías verlo, ¿no?" - por fin, su imaginación empezaba a funcionar - "¿O si?"
-"¡Si que lo veo!" - sabía que me mentía, pero mi objetivo era que se lo creyera - "¿Que quiere que me digas?"
-"¡Jajaja! Nada, hija, dice que ellos están aquí vigilando que no te pase nada mientras duermes. ¿No te he dicho que son amigos míos? Los has asustado con los gritos...están muy tristes porque piensan que les tienes miedo."
-"¿De verdad?" - y empezaron a brillarle los ojos.
-"¡Claro! Si viene algún monstruo malo, ellos te ayudarán a asustarle. Pero si tu no te enfrentas a él, ellos sólos a lo mejor no pueden retenerlo, ¿entiendes?"
-"Hala...¡cómo mola!" - y le sonreí.
Me levanté, le dí un beso en la frente y le hablé de nuevo en voz baja mientras me quedaba con toda su atención.
-"Cuando veas a un monstruo malo, no te asustes. Él tiene más miedo que tú. Enfréntate a él, y mis amigos los monstruos te ayudarán, ya verás. Y, si no hay más remedio, llámame a mí y verás cómo sale corriendo, ¿vale cariño?"
-"¡Siiii! ¡Ya verás como los asusto! ¡Seré como la princesa de la leyenda! ¡Y tus amigos monstruos serán amigos míos también!"
-"¡Jajaja! ¡Ésa es mi niña!" - y le dí un abrazo - "Y ahora, a dormir, ¿vale?"
-"¡Si! ¡Buenas noches!" - y se echó a dormir.
-"Buenas noches, cariño. Chicos...cuidadla bien, ¿eh?"
Y aquí vino la guinda...me salió del alma.
-"¡La cuidaremos bien!" - intenté poner voz de...¿monstruo bueno?
Por lo visto surgió efecto. Se levantó como una flecha.
-"Papa...¿has oído eso?"
-"¿El que, hija?"
-"Los monstruos han hablado...¡y lo he oído!"
-"¿Tu también? Eso es porque ya son tus amigos." - y le guiñé un ojo.
-"¡Jaja! ¡Qué guay! ¡Buenas noches!"
-"¡Buenas noches!" - y cerré la puerta mientras la oía hablar en voz baja con los monstruos.
Volví a mi habitación, y me senté en la cama. La niña crecía. Rezaba por estar haciéndolo bien. Esperaba que creciera fuerte y sana de cuerpo y mente. Miré de nuevo al otro lado de la cama...
-"¿Lo estoy haciendo bien?"
...aunque sabía que no iba a haber respuesta...
Wu Ying Ren 死
2 comentaris:
Curioso, me ha extrañado este tipo de escrito. No queda muy a juego con lo que se escribe normalmente pero esta muy bien escrito. Supongo que en la variedad esta el buen gusto.
Como decía la canción..."la riqueza está en la mezcla".
¡Récord de lentitud! ¡15 días para responder! xD
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