-"¿Quieres salir conmigo?"
Más de uno y más de una hemos formulado o hemos oído esa pregunta. Si eres quién la formula te parece que llevas horas temblando y que te va a estallar el estómago. Si eres a quién se la formulan, justo al oírla empiezas a sentir lo mismo.
Pero esta vez no fue así. Al menos en parte...
-"¿Quieres salir conmigo?"
-"¿Qué? Estás de coña, ¿no? Jajaja."
-"¡Gilipollas! ¡Te lo digo en serio! ¿Quieres o no?"
-"Bueno, no te enfades tanto que sabes que me encanta. ¿Lo dices en serio? No se..."
-"Si no quieres, nada...Pensé que podría salir bien..."
-"No es que no quiera...Es que a mi siempre me había gustado pensar que mi novia vendría más...equipada...ya me entiendes...más cargada..."
-"...¿Q...qué?..." - poco a poco vi como se sonrojaba - "¡Cerdo idiota! ¿Es que sólo sabéis pensar en eso?"
Aunque me giró la cara, muy enfadada, yo sabía que no estaba enfadada conmigo. Más bien le molestaba que no la tomara en serio en estas situaciones. Lógico. Por eso intenté arreglarlo.
-"Tonta, que es broma. No te enfades..." - le cogí la mano para que me perdonara - "¿De verdad crees que podría funcionar?"
-"No se...eres tan gilipollas que igual lo estropeas todo..."
-"¡Jajaja! ¡Sólo por tener que aguantarte toda la vida ya valdría la pena!"
-"Serás..."
-"¿Quieres salir conmigo, tonta?" - le pregunté entre carcajadas, acariciándole el pelo.
-"Sólo si tú quieres salir conmigo, gilipollas." - y me llevé un cariñoso puñetazo en el estómago de regalo.
Así empiezan las grandes historias, con una batalla. Y es que la vida no es sumisión ni dominación, sino respeto. Y nosotros dos nos tenemos todo el del mundo, aunque nos peleemos. Porque los grandes enemigos, siempre se respetan. Y cuando uno se proclama vencedor y derrota al otro, humillándolo, no puede evitar un amargo sabor de boca mientras le dice: "Eres una gran persona y has sido un inmejorable enemigo, ojalá hubiera durado más". Pero eso es harina de otro costal...
-"¡Claro que quiero! ¿Cómo no voy a querer?" - le dije, con la mano en el estómago.
-"Porque no vengo suficientemente equipada para ti...cómo aparte de gilipollas, eres un cerdo...aunque creo que ya te lo he dicho, ¿no es así?" - y me sonreía, apuntándose la victoria.
-"Nada que no pueda solucionarse con un poco de cirugía..." - y empecé a hacer gestos con las manos como si tomara medidas.
-"..." - se sonrojó de nuevo y se abalanzó sobre mí - "¡Cirugía la que te voy a hacer yo ahora a puñetazos! ¡Te voy a dejar nuevo!"
-"¡Vamos! ¡Ven aquí! ¡Jajaja! ¡A ver si consigues darme uno sólo!"
Cómo decía...todas las grandes historias comienzan con una batalla...
Más de uno y más de una hemos formulado o hemos oído esa pregunta. Si eres quién la formula te parece que llevas horas temblando y que te va a estallar el estómago. Si eres a quién se la formulan, justo al oírla empiezas a sentir lo mismo.
Pero esta vez no fue así. Al menos en parte...
-"¿Quieres salir conmigo?"
-"¿Qué? Estás de coña, ¿no? Jajaja."
-"¡Gilipollas! ¡Te lo digo en serio! ¿Quieres o no?"
-"Bueno, no te enfades tanto que sabes que me encanta. ¿Lo dices en serio? No se..."
-"Si no quieres, nada...Pensé que podría salir bien..."
-"No es que no quiera...Es que a mi siempre me había gustado pensar que mi novia vendría más...equipada...ya me entiendes...más cargada..."
-"...¿Q...qué?..." - poco a poco vi como se sonrojaba - "¡Cerdo idiota! ¿Es que sólo sabéis pensar en eso?"
Aunque me giró la cara, muy enfadada, yo sabía que no estaba enfadada conmigo. Más bien le molestaba que no la tomara en serio en estas situaciones. Lógico. Por eso intenté arreglarlo.
-"Tonta, que es broma. No te enfades..." - le cogí la mano para que me perdonara - "¿De verdad crees que podría funcionar?"
-"No se...eres tan gilipollas que igual lo estropeas todo..."
-"¡Jajaja! ¡Sólo por tener que aguantarte toda la vida ya valdría la pena!"
-"Serás..."
-"¿Quieres salir conmigo, tonta?" - le pregunté entre carcajadas, acariciándole el pelo.
-"Sólo si tú quieres salir conmigo, gilipollas." - y me llevé un cariñoso puñetazo en el estómago de regalo.
Así empiezan las grandes historias, con una batalla. Y es que la vida no es sumisión ni dominación, sino respeto. Y nosotros dos nos tenemos todo el del mundo, aunque nos peleemos. Porque los grandes enemigos, siempre se respetan. Y cuando uno se proclama vencedor y derrota al otro, humillándolo, no puede evitar un amargo sabor de boca mientras le dice: "Eres una gran persona y has sido un inmejorable enemigo, ojalá hubiera durado más". Pero eso es harina de otro costal...
-"¡Claro que quiero! ¿Cómo no voy a querer?" - le dije, con la mano en el estómago.
-"Porque no vengo suficientemente equipada para ti...cómo aparte de gilipollas, eres un cerdo...aunque creo que ya te lo he dicho, ¿no es así?" - y me sonreía, apuntándose la victoria.
-"Nada que no pueda solucionarse con un poco de cirugía..." - y empecé a hacer gestos con las manos como si tomara medidas.
-"..." - se sonrojó de nuevo y se abalanzó sobre mí - "¡Cirugía la que te voy a hacer yo ahora a puñetazos! ¡Te voy a dejar nuevo!"
-"¡Vamos! ¡Ven aquí! ¡Jajaja! ¡A ver si consigues darme uno sólo!"
Cómo decía...todas las grandes historias comienzan con una batalla...
Wu Ying Ren 死
21/04/08 UPDATE 1: La entrada se añade a una nueva serie de entradas llamada "Personas".
21/04/08 UPDATE 2: Añadido enlace a la segunda entrada de la serie.
21/04/08 UPDATE 2: Añadido enlace a la segunda entrada de la serie.
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