Fantasía didáctica

Es posible que algunos de vosotros conozcáis la historia de Beren y Lúthien. El primer amor entre Elfos y Hombres, el más grande conocido. Beren vio cómo masacraban a todo su pueblo y, tras vengar la muerte de su padre matando al Orco que lo asesinó, huyó a Doriath instigado por los horrores de Sauron.

Allí vio a Lúthien, hija de Thingol y Melian, bailando. Y quedó prendado de ella al instante. A la primavera siguiente, la muchacha le correspondió pero fueron denunciados a su padre. Lúthien llevó a su amado ante el rey y Beren, asustado y humillado consiguió sacar fuerzas bajo la atenta mirada de la Maia Melian, que sabía de su potencial y del futuro que le esperaba. Cuentan las leyendas que Beren, hijo de Barahir, señor de la Primera Casa, así habló a Thingol, el Rey Escondido, cuando su amada Lúthien lo llevó ante él:

"Mi destino, oh rey, me condujo aquí, a través de peligros que aun pocos entre los Elfos se atreverían a afrontar. Y he encontrado aquí lo que en verdad no buscaba, pero que ahora quiero tener para siempre. Porque está por encima de la plata y el oro, y ninguna joya se le iguala. Ni la roca, ni el acero, ni los fuegos de Morgoth, ni todos los poderes de los reinos de los Elfos me separarán del tesoro de mis deseos. Porque Lúthien, tu hija, es la más bella de todas las Criaturas del Mundo."*

Thingol, temoroso y sordo a los consejos de su esposa Melian, demandó a cambio del amor de su hija uno de los Silmarils; tres joyas, las más perfectas jamás creadas. Fëanor, el más grande artesano de todos los tiempos, las creó poniendo en su interior la luz de los Dos Árboles. Desde entonces, fueron codiciadas por todos. Incluído Thingol. Pero Morgoth era quién, en las profundidades de Angband, su negra fortaleza, poseía los Silmarils en su corona; protegido por todo su ejército de Orcos y Balrogs. Aún así, Beren no se achicó… y entre risas habló así:

“Por bajo precio venden a sus hijas los reyes de los Elfos; por gemas y por cosas de artesanía. Pero si ésta es vuestra voluntad, Thingol, la cumpliré. Y cuando volvamos a encontrarnos, mi mano sostendrá un Silmaril de la Corona de Hierro; porque no véis por última vez a Beren hijo de Barahir.”*

Y así partió hacia Angband no sin antes pedir ayuda a Finrod, que había jurado ayudar a los herederos de Barahir. Juramento que cumplió con gusto y acompañó a Beren junto con diez compañeros más. Mucho sufrimiento encontraron antes de llegar a la oscura fortaleza, pues fueron capturados y Beren vio cómo Finrod sacrificaba su propia vida para que el Hombre no fuera devorado por los licántropos de las mazmorras. Sin embargo, la valiente Lúthien y su fiel compañero Huan, el perro de caza más poderoso de la Tierra Media, consiguieron salvarle venciendo a Sauron. Y al fin los tres pudieron entrar en Angband. Cuando consiguieron llegar ante Morgoth; mientras Beren arrancaba uno de los Silmaril de su Corona de Hierro, Lúthien lo derrotaba a él y a Carcharoth, el Lobo más poderoso que jamás caminó por el mundo. Los dos amantes huyeron de la fortaleza junto con Huan pero, justo antes de ser rescatados por las Águilas, Carcharoth arrancó la mano derecha de Beren, que guardaba el Silmaril. El Lobo, enloquecido por el calor de las joyas, que quemaban y marchitaban cualquier mano impura que las tocara, huyó salvajemente del lugar. De vuelta a Doriath, Beren se reconcilió con el Rey Escondido aún cuando no había completado su misión.

Poco después, durante la Caza del Lobo, Carcharoth se enfrentó a Beren y Huan, matándolos a los dos pero siendo muerto a la vez por éste último. Antes de morir, Beren entregó el Silmaril que el Lobo llevaba dentro a Thingol, completando su misión.

"Ahora mi misión está cumplida, y mi destino ha sido forjado."*

Y Lúthien murió de pena.

Por gracia de Mandos, conmovido por los cantos de la joven, se concedió otra oportunidad a Beren y Lúthien, que fueron devueltos a la vida. Nunca antes Mandos se había apiadado de ningún alma, y nunca más se repitió. El canto de Lúthien, a quién Beren llamó Tinúviel ("ruiseñor" en Sindarin) debido a la belleza de su voz, estremeció al Juez de los Valar, Guardián de las Casas de los Muertos. Ella eligió una vida mortal junto a su amado, y durante algún tiempo vivieron en Tol Galen, trayendo al mundo a un hijo, Dior. Ellos y sus descendientes se cuentan entre los más nobles y valientes de los Hijos de Ilúvatar.

La pregunta es…¿en qué nos estamos equivocando? ¿Tan difícil es?

Wu Ying Ren 死

*Fragmento extraído de "El Silmarillion" de J.R.R. Tolkien.